martes, 7 de diciembre de 2010

adios

sobre un mar de plata soñoliento,
moribunda la tarde, se arrodilla, como adoración al sol que cae,
ante la vaga penumbra que se avecina,
profetizan do oscuridad y silencio,
en medio de ese valle de sombras me quedo,
mirando tristemente cerrar ce las ventanas de mi vida,
tu has quedado fuera, entras en el unido de lo respirable,
con aires de agonía,
danzas en mi mente, 
nostalgia de tus besos,
tarde-noche para morir,vente conmigo, vente en el recuerdo...

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