sábado, 27 de noviembre de 2010

uno se da cuenta


el alejarse es siempre un ir subiendo...
y desde allí se mira el pasado,
a veces con una inmortal melancolía,
rostros, palabras, alegrías....

y uno se da cuenta que el corazón se entrega,
aunque sufra, como una sutil sabiduría,
que es parte del crecimiento, del paso de la vida.
aunque la sangre cante o llore...

a veces es perdido lo esperado,
o es ganado lo perdido,
el silencio es parte de nuestra voz
y nuestra voz que nace con un grito...

y al fin,,,terminaremos durmiendo en un jardín,
antiguo de ataudes,soñando quizás...con ángeles y mariposas...
y  que nos mimen los soles de la tarde,
y nos velen el sueño las estrellas....


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