sábado, 29 de diciembre de 2012

a mi madre


La luna a iluminaba tus cabellos haciéndolos mas plateados aun, en el jardín tu sombra se dibujaba en el muro, quieta, ausente. Me acerque a ti silenciosamente, te bese en la frente, me tope con tu mirada distante, ida, no te halle en ella. Roce tu rostro tan querido, no me conociste, aun así me senté a tu lado, tome tus manos de papel, buscando encontrar mi nombre escrito en ellas, ese nombre que olvidaste….esas manos que me sostuvieron tantas veces, que me arreglaron el delantal, llevaron mis manos para aprender a escribir mi nombre, esas manos….
El silencio se hacia cada vez mas triste, tu seguías mirando la nada o mas halla, tal vez.
Hace tiempo que no estas, estando…
Sentí tu perfume y cerré los ojos, necesitaba estar contigo…si ya se que tu te has ido sin irte, morir a veces es extraño, porque uno muere sin morir. Los abismos de la oscuridad te tragaron, no emergiste nunca de tu huida, de tu mar de ausencias y mutismo.
Hoy que soy adulta, te necesito, por eso estoy acá, sentada junto a ti, y somos dos sombras conocidas, desconocidas…Baje la cabeza para que no me veas llorar…aunque quizás ni siquiera sepas que lloro. Mama…susurre en sollozo…
Y en una momento de lucidez apretaste mi mano y temblorosa tu fina voz dijo;-que triste llegar a viejo… -,y luego te fuiste otra vez….así quedamos…ambas impregnadas del rocío frío de una noche de verano…
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