tarde

Caen las últimas luces del día

 Altas bóvedas del cielo

Un olor suave
a sagrados ungüentos

Llega desde la bahía

 Una transparente neblina, extiende su lengua
sobre mí.

Mis ojos se cuelgan de la farsante

Línea del horizonte, allí donde se suicida el sol,

El agua refleja los nacientes astros.

Bailan en ecos de notas magistrales

Todo esta callado,

El muelle chilla a mi paso con voz de madera

Un barco a lo lejos deja escapar de su boca el humo blanco

Que repta hacia el mas allá…

Quisiera navegar también…partir…

Ancla de carne que me ata.-

Galopan caballos de miedos.

Detrás de mí, Dios  se asoma a contemplar la tarde

Y me regala una corona de espinas

Pájaros alzan vuelo dejando

Caer sobre mí

Plumas oscuras….