viernes, 9 de noviembre de 2012

niño-hombre


Déjame en la inmensidad,
Envuelto en  mariposas ciegas
Como  lámpara en la oscuridad.
Déjame con el niño desamparado
Que fui,
Colgado sobre mi hombro,
Aun llorando los cuentos resquebrajados.
Y el trozo de pan negado.
Abrazo de madre sin calor,
Amargo dulzor de sus besos…
Solo  son cenizas bajo el aguacero
Calan el alma, como el mar las piedras,
Encuentran la fisura
Inunda el  espíritu de de agónicas
Nostalgias.
Una mano cruel del viento que me empuja
Hasta lo más alejado de mi pasado,
Enfrentado a un espejo que disimula no ver…
Pero por  detrás, guarda la verdad.
Ojitos tristes, manitos sucias,
Tiritando el cuerpo de frío,
Descalzo, avergonzado…solo…
Al fin todas las madrigales, los pájaros, los astros,
No hacen una primavera  allí donde  solo creció el invierno….
Hoy soy un hombre que empuja el no haber  sido
Un niño con alas celeste de inocencia.

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