Bebemos la vida paso a paso,
En cada copa los relojes se convierten en vino,
Y el cruel cristal
que se rompe
Nos anuncia que nuestro vaso quedo vacío
Aferrados a la más complaciente mentira:
La vida misma,
Que nos deja para el final
La carta ultima de partida.
Sumergidos en nuestro interior, busquemos
La melodía mas dulce, la del alma,
Que la piel no sea una frontera,
Que podamos trascender mas allá
Donde anidan las respuestas.
No seamos huellas de arenas.
Seamos caminos,
Que la paz sublime nos ampare
De todo lo malo de la tierra.
Que el beso sea presto, como el abrazo,
Y la humildad un habito,
Si somos prolongación de otro ser humano,
Seamos prolongación de amor,
Y con amor al fin seremos recordados.
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