Elevo mi árbol de palomas,
Me ato a ti,
Viejos rostros de otras
eras,
De otros tiempos
remotos,
Tierra mía,
Hundiré en vos mis
venas,
Raíces con sangre
caliente,
Y serán mis huesos
alimento
Para que tú seas más
fértil…
Te dejo mi esencia que
al fin es tuya,
Mi espalda esta sobre
ti,
Mi mirada al cielo,
Al sol, al recibir,
Mis brazos en cruz,
aprietan
La nada que me llevo,
Solo mi corazón cansado
de latir,
En ti espero, la
alfombra de primavera,
Efluvio de flores que
se alimentaran de mi boca,
Y les daré mi último
aliento,
Y llevaran mí vos de
poeta,
A algún enamorado que
las regale….
Aquí no hay silencio,
ríos que pasan por debajo, canto sonoro de aguas que saltan alegres hasta el
océano,
Mi sueño es mecido por
tu vientre,
Un árbol me hace de
regazo,
Dormiré por siempre
entre tus brazos,
Y naceré quizás como
rosa, o arbusto, hierba, o simples tréboles,
O seré quizás la espiga
dorada y erguida de trigo que profetice el pan de alguna mesa,
Seré alimento, o quizás
tenga la suerte de ser parte la vid, y ser vino
Que envuelva tus sentidos
y le de a tu boca ese color rojizo de la vida,
Seré quizás un álamo
sonoro,
Dorado en otoño,
Y tiernísimo verde de
primavera,
Y
en las noches de luna derramada,
Seré nieve sutil en el
silencio….
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