me enfrente a ti como guerrero en una batalla,
sacando de mis entrañas, de mi corazón el grito desgarrador
que me diera valentía para pelear así cuerpo a cuerpo, a ganar o morir,
y allí quede atravesada por la espada de tu indiferencia, con la cara contra el polvo, y mi sangre regando la tierra,
desangrada, hasta mis huesos, que de allí, la soledad se torno silencio,
lo que quedo de mi se lo sortearon los cuervos, silencio de amor, silencio de amor muerto,...
batalla que se gana o se pierde, depende como pelees,
yo fui hacia ti sin escudo, sin pintarme la cara como guerrero,
fui tan inocentemente como este brote que se empeño en salir del reguero, brote que crece a fuerza de mi sangre y mis lágrimas,
ya lo ves cuando la indiferencia mata, el amor nace de nuevo............
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